El arcángel Miguel es una figura central en la tradición cristiana, reconocido como el líder de los ejércitos celestiales y protector del pueblo de Dios. Su nombre significa "¿Quién como Dios?" y es considerado el príncipe de la milicia celestial encargado de luchar contra el mal y expulsar a Lucifer del cielo. En la Biblia se lo menciona en el libro de Daniel y en el Apocalipsis como un gran príncipe que defiende a los fieles y sostiene una batalla contra Satanás y sus ángeles caídos. Es también identificado en algunas interpretaciones bíblicas con la figura de Jesús en su papel celestial. En la Iglesia Católica, san Miguel arcángel es venerado como protector, defensor de las almas y guardián contra las fuerzas malignas, y se le reza para pedir su ayuda y protección divina. Además, se le representa como un guerrero con espada y armadura, símbolo de justicia y combate contra el mal.