El mes más corto del año es febrero, con 28 días en los años comunes y 29 días en los años bisiestos. Esta duración se debe a la evolución del calendario a lo largo de la historia, principalmente a las reformas del calendario romano y a los ajustes del calendario gregoriano que usamos hoy. Detalles clave:
- En la Antigua Roma, el calendario original tenía menos meses y no estaba perfectamente alineado con el año solar. Con las reformas que añadieron enero y febrero, febrero quedó como el único mes con 28 días en años no bisiestos.
- Los años bisiestos, que añaden un día extra a febrero para mantener la sincronía con el año solar, corrigen la acumulación de desfasos y permiten que febrero tenga 29 días en esos años.
- Aunque el calendario ha sido reformado varias veces (incluido el calendario juliano y luego el gregoriano), la duración de febrero como el mes más corto se ha mantenido hasta la actualidad.
Si necesitas, puedo explicar con más detalle la historia del calendario romano y las reformas que llevaron al calendario moderno.