La medusa más peligrosa del mundo es la avispa de mar, científicamente llamada Chironex fleckeri. Esta medusa, también conocida como medusa de caja australiana, se encuentra principalmente en las aguas costeras del norte de Australia, el sudeste asiático y el Gran Arrecife de Coral. Es extremadamente letal, ya que su picadura puede provocar un paro cardíaco en cuestión de minutos debido a la potente toxina que inyecta a través de sus tentáculos. El veneno ataca el corazón, el sistema nervioso y las células de la piel, causando un dolor intenso que muchas veces lleva al shock, el ahogamiento o la muerte antes de llegar a la orilla. Se considera una de las criaturas más mortales del planeta y puede causar la muerte en dos a cinco minutos si no se recibe atención inmediata. Contra su picadura existe un antídoto desarrollado por investigadores de la Universidad de Sídney. Sus tentáculos pueden medir hasta 3 metros y contienen millones de células urticantes con veneno suficiente para matar a 60 adultos. Además, su picadura duele hasta diez veces más que la de la carabela portuguesa, otra medusa peligrosa. Por estos motivos, la avispa de mar es catalogada como la medusa más peligrosa del mundo.
