La población más vulnerable se refiere a grupos que enfrentan mayores riesgos y desventajas debido a su situación social, económica, geográfica o física. Generalmente, incluyen a niños, ancianos, personas con discapacidad, mujeres y niñas, minorías étnicas, personas LGBTQIA+, migrantes, refugiados, y comunidades indígenas. Estas poblaciones suelen tener acceso limitado a recursos y están en riesgo de exclusión social y pobreza.
En 2025, se destaca que en países de ingreso medio-bajo, muchos hogares sin protección social, frecuentemente entre los más pobres, viven en áreas afectadas por conflictos, hambrunas o fragilidad, principalmente en Medio Oriente, Norte de África, Sur de Asia y África Subsahariana. En América Latina, la pobreza y vulnerabilidad están cada vez más urbanizadas, con un alto porcentaje de población cercana a la línea de pobreza y con ingresos frágiles propensos a caer en pobreza por choques económicos, enfermedades o pérdida de empleo.
Por país, en México, los grupos más vulnerables ante la pobreza incluyen a hablantes de lenguas indígenas y niños menores de cinco años, especialmente en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde la pobreza extrema es considerablemente alta. También, casi la mitad de la población no cuenta con seguridad social.
En Colombia, el 30.5% de la población es vulnerable, es decir, viven con ingresos tan ajustados que un cambio adverso puede hacerlos caer en pobreza, con gran fragilidad económica especialmente en zonas rurales.
En suma, la población más vulnerable está compuesta por aquellos con mayores carencias sociales, económicas y de protección, entre los que destacan niños, ancianos, discapacitados, minorías étnicas, migrantes y personas en pobreza extrema o precariedad económica.
