La tercera ley de Newton, también conocida como el principio de acción y reacción, establece que siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, este último ejerce una fuerza sobre el primero de igual magnitud y dirección, pero en sentido opuesto. Esto significa que a cada acción siempre le corresponde una reacción igual y contraria. Es importante destacar que estas fuerzas actúan sobre cuerpos diferentes y no se cancelan entre sí. En términos sencillos, si un cuerpo A ejerce una fuerza sobre un cuerpo B, el cuerpo B ejercerá una fuerza igual en magnitud pero de dirección opuesta sobre el cuerpo A. Esta ley explica muchas interacciones en la física, como el impulso de un cohete o el movimiento al caminar. Su formulación original en latín es: "Actioni contrariam semper & æqualem esse reactionem", que se traduce en español como: "A toda acción le corresponde una reacción igual y opuesta".