La vitamina del sol es la vitamina D. Esta vitamina se produce en el cuerpo principalmente gracias a la exposición a la luz solar, específicamente a la radiación ultravioleta B (UVB) que incide en la piel. Aproximadamente el 80% de la vitamina D que el cuerpo necesita se sintetiza con la ayuda del sol, mientras que solo un 10-20% proviene de la alimentación o suplementos. La vitamina D, aunque es llamada vitamina, en realidad funciona como una hormona y es fundamental para varias funciones biológicas, como la regulación del sistema musculoesquelético, el sistema inmunológico y el sistema cardiovascular. La deficiencia de vitamina D puede causar problemas como osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y problemas inmunológicos. Para obtener niveles adecuados de vitamina D, se recomienda una exposición solar moderada, como aproximadamente 15 minutos al día en cara y brazos durante primavera y verano. El uso de protector solar no compromete significativamente la síntesis de vitamina D y es importante para proteger la piel del cáncer. Además, la vitamina D también puede obtenerse de alimentos como pescados azules, leche fortificada y suplementos si es necesario.