Tener un cuerpo nutrido ayuda a mantener la salud general y el buen funcionamiento del organismo. Un cuerpo bien nutrido proporciona la energía necesaria para las actividades diarias y los nutrientes esenciales para que las células se regeneren, se reparen y funcionen correctamente. Esto fortalece el sistema inmunitario, mejorando la protección contra enfermedades y facilitando una recuperación más rápida en caso de afecciones. Además, una buena nutrición mantiene la piel, el cabello y las uñas saludables, y contribuye a un mejor funcionamiento del cerebro, disminuyendo el riesgo de enfermedades neurológicas. También favorece la digestión y el metabolismo, ayudando a mantener un peso corporal adecuado. Así, la nutrición adecuada se traduce en mayor vitalidad, resistencia y bienestar general en la vida diaria. Entre los nutrientes indispensables están proteínas, vitaminas, minerales, carbohidratos saludables y agua, que juntos mantienen el equilibrio necesario para un cuerpo sano.
