El té de boldo se utiliza tradicionalmente para apoyar la digestión y la salud hepática, especialmente en trastornos digestivos leves y molestias estomacales. También se asocia con efectos antioxidantes y antiinflamatorios, y suele consumirse en infusión, cápsulas o tinturas siguiendo indicaciones de dosis específicas. Detalles clave:
- Para qué sirve: ayuda a estimular la producción de bilis, podría favorecer la digestión de grasas y aliviar molestias digestivas leves; se le atribuyen propiedades hepatoprotectoras, antiinflamatorias y antioxidantes.
- Formas de consumo comunes: infusión (té), cápsulas, jugos o tinturas. Las dosis varían según la forma y la preparación; es importante seguir las indicaciones del producto y consultar a un profesional si existen condiciones médicas o medicaciones concurrentes.
- Precauciones: el boldo contiene alcaloides y otros compuestos que, si se usan en exceso o por periodos prolongados, pueden afectar el hígado o interactuar con ciertos fármacos. No se recomienda su uso en mujeres embarazadas o en lactancia sin supervisión médica, y hay que evitar su consumo crónico en personas con antecedentes de enfermedad hepática o vesicular sin indicación profesional.
- Limitaciones: la evidencia clínica sólida puede variar y muchas afirmaciones provienen de usos tradicionales; ante síntomas persistentes, dolor intenso, ictericia o cambios en el estado general, es imprescindible consultar a un profesional de la salud.
Si quieres, puedo:
- Resumir ventajas y precauciones en una breve guía de uso seguro.
- Comparar el boldo con otros remedios digestivos herbales.
- Buscar recomendaciones actuales de dos o tres fuentes confiables y resumirlas para ti.
