El término fascista se refiere a personas con una actitud política autoritaria y antidemocrática, vinculada al fascismo, que fue un movimiento político surgido en Europa en las décadas de 1920 y 1930. Los fascistas apoyan regímenes totalitarios donde el Estado controla la política, economía y sociedad, con un solo partido político, perseguimiento de minorías y exaltación autoritaria de la nación o la raza. El fascismo se caracteriza por su rechazo al pluralismo, su militarismo, racismo, xenofobia y represión contra la oposición. Fue representado históricamente por líderes como Benito Mussolini, Adolf Hitler y Francisco Franco, que instauraron gobiernos totalitarios y nacionalistas de extrema derecha.
El fascismo es un movimiento y forma de gobierno totalitario y antidemocrático de extrema derecha que busca la unidad nacional absoluta, reprime las discrepancias políticas y utiliza la violencia y la propaganda para mantener el control social. Además, se relaciona con un nacionalismo radical y, en muchos casos, racista, y promueve un Estado fuerte con un líder carismático al mando.
En resumen, ser fascista implica adherir o simpatizar con ideas autoritarias, antidemocráticas, ultranacionalistas y totalitarias, propias del fascismo histórico y sus manifestaciones similares.