La copa menstrual es un método de higiene menstrual reutilizable que consiste en un pequeño recipiente flexible, hecho típicamente de silicona médica, látex o plástico de grado médico, que se inserta en la vagina para recoger el flujo menstrual en lugar de absorberlo. Se posiciona bajo el cuello del útero y forma un sello suave para evitar filtraciones, permitiendo que la usuaria la deje puesta durante varias horas según su flujo, luego se retira, se vacía, se enjuaga y se reutiliza. Contexto esencial
- Cómo funciona: la copa recoge la sangre dentro de la copa; no la absorbe como tampones o toallas sanitarias. Es reutilizable, lo que la hace una opción ecológica y a largo plazo más económica para muchas personas.
- Materiales y formas: las copas suelen ser cónicas o en forma de campana, con un tallo o anillo para retirada. Están disponibles en silicona hipoalergénica, látex o otros elastómeros; algunas variantes reutilizables o desechables pueden existir en disco menstrual, pero la copa tradicional es reutilizable.
- Usos y seguridad: cuando se usa correctamente, la copa proporciona control excepcional del sangrado durante varias horas (típicamente 8–12 horas dependiendo del flujo). Es importante lavarla y lavarse las manos antes de manipularla; se recomienda seguir las instrucciones del fabricante y consultar a un profesional de salud si hay irritaciones o dudas.
- Ventajas y consideraciones: entre las ventajas suelen citarse mayor capacidad de vaso para recoger sangre, menos residuos, ahorro económico a largo plazo y menor riesgo de irritación por químicos presentes en productos desechables para algunas personas. Algunas personas pueden necesitar un periodo de aprendizaje para insertarla y retirarla correctamente.
Si buscas una guía rápida de uso
- Lavado de manos; doblar o pellizcar la copa para insertarla y encontrar la posición adecuada; verificar el sello al retirar ligeramente para asegurarte de que no hay fugas; vaciar, enjuagar y volver a colocar. Repite cada 8–12 horas según necesidad.
- Limpieza entre ciclos: en agua fría o tibia con un jabón suave y sin aceites; desinfección ocasionalmente con hervido suave o según indicaciones del fabricante; evitar limpiadores abrasivos.
Si quieres, puedo adaptar esta explicación a un formato más breve, o proporcionarte una comparación con tampones y toallas para decidir cuál opción podría ajustarse mejor a tus preferencias.
