La injuria pulmonar es un daño agudo en los pulmones que puede ser provocado por múltiples estímulos sistémicos o locales, como infecciones, traumatismos, inhalación de sustancias tóxicas, quemaduras, transfusiones masivas, entre otros. Este término abarca desde el edema pulmonar no cardiogénico hasta el síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), donde los pulmones se inflaman y llenan de líquido, dificultando el intercambio de oxígeno. La injuria pulmonar aguda implica una respuesta inflamatoria en el pulmón que puede afectar la función celular y estructural pulmonar, y requiere tratamiento de la enfermedad de base y soporte respiratorio para mantener el intercambio gaseoso y la función orgánica mientras se espera la recuperación pulmonar.