La sífilis es una infección causada por la bacteria Treponema pallidum que se transmite principalmente a través del contacto sexual, incluyendo relaciones vaginales, anales y orales. Se inicia con la aparición de una llaga indolora en los genitales, el recto o la boca, que puede pasar desapercibida. La infección puede permanecer latente en el cuerpo durante años sin síntomas, pero si no se trata puede causar daños graves en el corazón, cerebro y otros órganos, incluso puede ser mortal. La sífilis también puede transmitirse de la madre al bebé durante el embarazo o parto, conocida como sífilis congénita. Afortunadamente, la sífilis temprana se puede curar con antibióticos, siendo la penicilina el tratamiento más común. La enfermedad progresa en etapas (primaria, secundaria, latente y terciaria), cada una con diferentes síntomas y riesgos de contagio.
