La injuria pulmonar significa un daño agudo en los pulmones que puede ser causado por múltiples factores, como infecciones, traumatismos, inhalación de sustancias tóxicas o complicaciones posteriores a cirugías. Es una respuesta inflamatoria del pulmón ante estos estímulos que puede variar desde edema pulmonar no cardiogénico hasta síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA). En este último caso, los pulmones se llenan de líquido, dificultando el intercambio de oxígeno vital para el organismo. La injuria pulmonar puede evolucionar y requerir tratamientos como soporte respiratorio, fisioterapia y antibióticos para evitar complicaciones mayores.
Definición y causas principales
La injuria pulmonar es una respuesta inflamatoria aguda del pulmón ante diferentes estímulos locales o sistémicos, que puede incluir sepsis, traumatismos, pancreatitis, intoxications, quemaduras, entre otros. Se caracteriza por producir edema pulmonar debido a un aumento anormal de la permeabilidad de la membrana alveolo-capilar, afectando la función pulmonar normal.
Fases y evolución
Se clasifica en tres grados según la severidad: desde edema pulmonar leve que responde bien a oxígeno, hasta una forma severa (SDRA) donde hay hipoxemia grave y disminución de la capacidad pulmonar que no responde a tratamientos convencionales, implicando un daño tisular extenso y consolidación pulmonar.
Complicaciones
Si no se maneja adecuadamente, puede progresar a síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), un cuadro grave en que los pulmones se inflaman y colapsan, comprometiendo severamente la respiración y el intercambio gaseoso.
Por lo tanto, la injuria pulmonar es un daño pulmonar serio que requiere diagnóstico y tratamiento oportuno para evitar complicaciones potencialmente mortales.
